Publicado: 15 de Diciembre de 2017

Las nuevas tecnologías permiten crear entornos virtuales con una notable calidad técnica que abren nuevas posibilidades para el tratamiento mediante exposición de trastornos tan variados como el miedo a las alturas, la agorafobia, el miedo a volar, la fobia a insectos, a agujas... Este tipo de problemas, más comunes de lo que se piensa y a veces bastante crónicos y sutilmente invalidantes, hasta ahora exigían que el paciente llevara a cabo determinadas tareas sin la presencia del especialista. Ahora, puede enfrentarse a sus miedos de manera muy paulatina y con el acompañamiento experto del terapeuta que le guía y le motiva, factores que aumentan, sin duda, la eficacia de los tratamientos. La experiencia y creatividad del terapeuta con estas herramientas, lógicamente, influyen en la calidad que se logre en el proceso de terapia.