-Reacciones de ansiedad y depresión ante conflictos vitales, estrés laboral, pérdidas afectivas…
-Fobias y trastornos de ansiedad.
-Trastornos depresivos y maniacos, con seguimiento sistemático de los tratamientos con litio y otros estabilizadores.
-Trastornos alimentarios ( anorexia, bulimia y obesidad).
-Trastornos sexuales y de pareja.
-Alteraciones del sueño.
-Trastornos psicosomáticos (hipertensión esencial, trastornos reumatológicos…).
-Comportamientos adictivos.
-Ludopatía y otros trastornos del control de los impulsos.
-Trastornos de conducta y trastornos de personalidad.
-Seguimiento y rehabilitación de psicosis.
-Atención a problemas infantiles (trastornos de conducta y emocionales, hiperactividad, dificultades de aprendizaje).